29 de enero de 2011

En otro idioma

We don’t want anyone to understand us. We don’t need anyone to understand us. We know what we are, we know what we feel. We know that there is no distance that could bring us apart. We are together, always. You can go. I won’t stop you; I’m nobody to stop you. Go after your dream. That is my dream too, if you accomplish it and it makes you happy. People don’t understand me. They think I’m crazy. And I am, I’m crazy for you. I’m crazy for your happiness. I’m afraid I could take that away from you if I get into your life. Like a lover, like a friend, like a partner. But that’s not it. I’m afraid I could take that happiness away, if I don’t get into your life.

27 de enero de 2011

Breakfast at Tiffany's

-Fred: "You know what's wrong with you, Miss whoever-you-are?  You're chicken.  You've got no guts.  You're afraid to stick out your chin and say, 'Okay.  Life's a fact.  People do fall in love.  People do belong to each other.'  Because that's the only chance anybody's got for real happiness.  You call yourself a free spirit, a wild thing, and you're terrified somebody's gonna stick you in a cage.  Well Baby, you're already in that cage -- you built it yourself.  And it's not bounded on the west by Tulip, Texas or on the east by Somaliland.  It's wherever you go.  Because no matter where you run, you just end up running into yourself."


22 de enero de 2011

A la orilla de la chimenea

Puedo ponerme cursi y decir
que tus labios me saben igual que los labios
que beso en mis sueños,
puedo ponerme triste y decir
que me basta con ser tu enemigo, tu todo,
tu esclavo, tu fiebre, tu dueño.

Y si quieres también
puedo ser tu estación y tu tren,
tu mal y tu bien,
tu pan y tu vino,
tu pecado, tu dios, tu asesino…

O tal vez esa sombra
que se tumba a tu lado en la alfombra
a la orilla de la chimenea
a esperar que suba la marea.

Puedo ponerme humilde y decir
que no soy el mejor
que me falta valor para atarte a mi cama,
puedo ponerme digno y decir
“toma mi dirección cuando te hartes de amores
baratos de un rato… me llamas”.

Y si quieres también
puedo ser tu trapecio y tu red,
tu adiós y tu “ven”,
tu manta y tu frío,
tu resaca, tu lunes, tu hastío…

O tal vez ese viento
que te arranca del aburrimiento
y te deja abrazada a una duda,
en mitad de la calle y desnuda.

Y si quieres también
puedo ser tu abogado y tu juez,
tu miedo y tu fe
tu noche y tu día.
Tu rencor, tu por que, tu agonía…
o tal vez esa sombra
que se tumba a tu lado en la alfombra
a la orilla de la chimenea
a esperar que suba la marea.

Joaquín Sabina

14 de enero de 2011

De amores

No hay placer mayor que tenerte en mis manos. Acariciarte, olerte, observarte. Acomodarte en mi regazo, a mi modo. Tan pequeño sos por fuera, tan débil ante el mundo, ante el tiempo que puede corromperte, ante el espacio que puede hacer que te pierdas, ante el humano que puede destruirte. Sin embargo dentro tuyo, existe otro mundo, no tanto ficticio como imaginario. Pero un mundo hermoso, lleno de posibilidades, de seres, de amores. Yo te tomo entre mis manos, intento conocerte, intento ahondar en tu interior, descifrar tus misterios, comprenderte como nadie logró jamás. Quisiera vivir en ese mundo, en tu mundo. Tan especial sos.
Sin embargo no sos único, no te pongas celoso, pero hay otros como vos. Ellos también me enamoran, también me llaman a que los acomode en mi regazo y los descubra. Pueden ser parecidos a vos por fuera, pero eso no es lo importante. Porque en su interior, ninguno es parecido a vos.
Hay miles de mundos diferentes, y yo quisiera conocerlos a todos, pero no puedo. Tengo que elegir, dar prioridad a algunos sobre otros en mi vida. Sin embargo, todos son parte de ella. Los hubo memorables, aquellos con los que sonrío al recordar. También los hubo malos, insulsos, o predecibles. Algunos están a la espera, desde hace mucho tiempo. Hoy estas vos, hoy sos el único, pero no te acostumbres.


4 de enero de 2011

Tu boca

Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano por tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.
Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua.

Rayuela
Julio Cortázar