22 de agosto de 2011

Me cansaron los títulos

La vida pasa, pasa y me sorprende, -una vez más- pasa por mi sangre, corre por mis venas y me agota. Un dolor en el medio del alma, que comienza subiendo por los dedos de los pies y llega hasta donde no sé, sólo sé que cada vez duele más, y es un dolor nuevo. Pero es dulce, es la realidad, es el des-amor a la hora del té.
Es también amar lo nuevo, lo desconocido, lo que va más allá de esta vida vacía de sentido.
Sigue doliendo, y temo que empezó a doler cuando llegaste con esa flor azul, o cuando te soñé aquella noche, mientras dormías a mi lado. Temo que a partir de ahora aparezcas siempre por mi otro mundo, y me recuerdes de esta vida que no vivo. O que vivo cuando puedo, cuando me dejan, cuando me lo permito.

Quizás te alcance en tu vuelo, quizás te encuentre en algún cielo. Pero no me olvides.

2 comentarios:

  1. Si hay dolor es porque siente. Y si siente, incluso a través del dolor, significa que está viva y le corre sangre por las venas.

    Brindo por eso.

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